infecciones hospitalarias e infecciones quirúrgicas

Fuente de complicaciones y daños

Aunque puede resultar paradójico, los hospitales son los sitios en los que resulta más fácil coger una infección. Las infecciones que se adquieren en los hospitales suelen ser infecciones graves pues son provocadas por agentes muy resistentes a la medicación.

Las infecciones adquiridas en el medio hospitalario se llamen infecciones nosocomiales y pueden manifestarse durante el ingreso en el hospital o la clínica o después de haberlo abandonado. Sus efectos pueden ir desde la simple prolongación del periodo de convalecencia al fallecimiento.

Infecciones

Las infecciones nosocomiales son una de las principales causas de daños sanitarios. Siendo esta una realidad conocida, los hospitales públicos, los hospitales privados, y todas las clínicas, tienen el deber de extremar las precauciones para evitar los contagios. Para evitar las infecciones nosocomiales los centros hospitalarios cuentan con protocolos que les dicen a todos los profesionales que prestan servicio en ellos, qué deben hacer en cada momento y qué medidas de profilaxis deben adoptar.

Vias de infección

Las principales vías de infección suelen ser las respiratorias y las heridas quirúrgicas. La infección de la herida quirúrgica en muchas ocasiones tiene su origen en un deficiente cumplimiento de los protocolos de asepsia del centro. Por ejemplo, hay cirujanos que no se lavan bien o que salen y entran del quirófano sin tomar las debidas precauciones; también hay cirujanos que no pautan la debida medicación profiláctica en cirugías de riesgo; incluso en ocasiones no se desinfecta bien la piel del paciente y los gérmenes del propio paciente propician la infección tras la cirugía.

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  • Los pacientes que han sufrido infecciones hospitalarias, nosocomiales, pueden reclamar los daños que hayan padecido si la infección es imputable al hospital, al médico, al enfermero o a los auxiliares.